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martes, 2 de febrero de 2010

Un testigo revela el vínculo entre la mafia y Berlusconi.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
• El hijo de un alcalde constata inversiones de la Cosa Nostra en negocios del magnate

• La declaración se enmarca en el proceso judicial que se celebra en Palermo

IRENE SAVIO
ROMA


Ya no es una leyenda urbana. Massimo Ciancimino, hijo del difunto alcalde mafioso Vito Ciancimino, reveló ayer que su padre y capos de la Cosa Nostra siciliana invirtieron en la urbanización Milano 2, la gigantesca zona residencial levantada por Silvio Berlusconi durante los años 70 a las afueras de Milán, que le permitió transformarse en uno de los hombres más poderosos de Italia. El difunto alcalde, miembro de Democracia Cristiana, también había pertenecido a la organización mafiosa Cosa Nostra.


«Después de las investigaciones y la denuncia de la comisión antimafia (...) mi padre decidió trasladar sus inversiones fuera de Palermo», dijo Ciancimino, quien añadió que una parte del dinero fue a parar «a una gran obra en la periferia de Milán, que después se llamó Milano 2».


«Aunque al comienzo no le parecía que el negocio fuera conveniente –precisó Ciamcimino– mi padre estaba muy próximo a mafiosos que tenían una gran capacidad empresarial, como Salvatore y Antonino Buscemi y Franco Bonura», quienes le convencieron para realizar dichas inversiones.

EL PAPEL DEL ESTADO / Las revelaciones de Ciancimino se sitúan en el marco de los procesos judiciales que se están llevando a cabo estos días en Palermo ante los magistrados Antonio Ingroia y Nino di Matteo, y que apuntan a que representantes del Estado italiano accedieron a negociar con los capos de la mafia en los años 90.


En este contexto, Ciancimino explicó también que el que fuera el máximo jefe de la Cosa Nostra siciliana, Bernardo Provenzano, tenía en los años 90 «una especie de inmunidad que le permitía moverse libremente durante su clandestinidad», sin riesgo a ser capturado por las autoridades italianas.


Por ejemplo, según explicó Ciancimino, Provenzano visitó varias veces a su padre en la mansión de la familia en Sicilia y en Roma, incluso cuando el propio político se encontraba en un periodo de arrestos domiciliarios, entre los años 1999 a 2002.

VECINOS / Con Provenzano, agregó Ciamcimino, había una relación íntima porque «mi padre le conocía de mucho tiempo atrás, ya que eran vecinos en Corleone. Mi padre le dio clases de matemáticas cuando Provenzano era joven, y siempre le trataba de tú. Provenzano le llamaba ingeniero, aunque nunca terminó la carrera», añadió el hijo del antiguo edil.


En palabras de su hijo y secretario personal, Vito Ciancimino, habría sido el interlocutor quien habló en nombre de Cosa Nostra durante las conversaciones mantenidas ante los representantes del Estado y cuyo supuesto objetivo habría sido poner fin a la campaña de sangre y terror que por aquel entonces llevaba a cabo la mafia en Sicilia.