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El Vaticano ha llamado a una “autoridad pública global” y un banco central mundial que dirija los asuntos financieros a la luz del actual colapso económico.
Un documento liberado por el departamento de Justicia y Paz del Vaticano “debiese ser música para los oídos de los manifestantes de ‘Occupy Wall Street’, y movimientos similares alrededor del mundo, que han protestado en contra de la recesión económica”, según CNBC.
Condenando la “idolatría del mercado”, el documento afirma que “la crisis económica y financiera que el mundo está atravesando llama a todos, individuos y pueblos, a examinar en profundidad los principios y valores culturales y morales en la base de la coexistencia social”.
La implosión planeada de la economía global “ha revelado comportamientos como el egoísmo, la avaricia colectiva y la acumulación de bienes a gran escala”.
El documento de 18 páginas, titulado “Hacia la reforma de los sistemas financieros y monetarios internacionales en el contexto de una autoridad pública global”, declara que la economía global necesita una “solidaridad ética” entre naciones ricas y pobres.
“Si no se encuentran soluciones a las diversas formas de injusticia, los efectos negativos que seguirán en los niveles social, político y económico, estarán destinados a crear un clima de hostilidad creciente y violencia, y finalmente socavará las propias bases de las instituciones democráticas, incluso aquellas que se consideran más sólidas”, dice.
En respuesta, el Vaticano está solicitando una “autoridad supranacional” con escala mundial y “jurisdicción universal” para guiar las políticas y decisiones económicas. La autoridad será dirigida por las Naciones Unidas, según el documento.
Tomará tiempo reemplazar las políticas económicas y en el proceso destruir la soberanía nacional, según el Vaticano.
“Por supuesto, esta transformación se realizará con el costo de una transferencia gradual y balanceada de una parte de los poderes de cada nación a una autoridad mundial y a autoridades regionales, pero esto es necesario en un momento cuando el dinamismo de la sociedad humana, la economía y el progreso de la tecnología, está trascendiendo fronteras, las cuales ya han sido erosionadas en un mundo globalizado.”
Condenando la “idolatría del mercado”, el documento afirma que “la crisis económica y financiera que el mundo está atravesando llama a todos, individuos y pueblos, a examinar en profundidad los principios y valores culturales y morales en la base de la coexistencia social”.
La implosión planeada de la economía global “ha revelado comportamientos como el egoísmo, la avaricia colectiva y la acumulación de bienes a gran escala”.
El documento de 18 páginas, titulado “Hacia la reforma de los sistemas financieros y monetarios internacionales en el contexto de una autoridad pública global”, declara que la economía global necesita una “solidaridad ética” entre naciones ricas y pobres.
“Si no se encuentran soluciones a las diversas formas de injusticia, los efectos negativos que seguirán en los niveles social, político y económico, estarán destinados a crear un clima de hostilidad creciente y violencia, y finalmente socavará las propias bases de las instituciones democráticas, incluso aquellas que se consideran más sólidas”, dice.
En respuesta, el Vaticano está solicitando una “autoridad supranacional” con escala mundial y “jurisdicción universal” para guiar las políticas y decisiones económicas. La autoridad será dirigida por las Naciones Unidas, según el documento.
Tomará tiempo reemplazar las políticas económicas y en el proceso destruir la soberanía nacional, según el Vaticano.
“Por supuesto, esta transformación se realizará con el costo de una transferencia gradual y balanceada de una parte de los poderes de cada nación a una autoridad mundial y a autoridades regionales, pero esto es necesario en un momento cuando el dinamismo de la sociedad humana, la economía y el progreso de la tecnología, está trascendiendo fronteras, las cuales ya han sido erosionadas en un mundo globalizado.”
Fuente: Verdad Ahora