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…Y AL FMI COMO BANCO CENTRAL GLOBAL
Llega la hora de la verdad. La ONU acaba de hacer público lo que se venía negociando a escondidas en los pasillos del poder. El organismo propone reformar el sistema monetario internacional, un nuevo Bretton Woods para sustituir a la hegemonía del dólar.
Desde el estallido de la crisis crediticia a mediados de 2007 la tensión en torno al papel que juega el dólar en la arquitectura monetaria ha sido cuestionada por algunas de las principales potencias del mundo, sobre todo, China y Rusia.
Este trascendental debate para la economía mundial se estaba negociando en privado por parte de los gobiernos y principales bancos centrales. Se trata de la reforma del actual sistema monetario internacional, vigente desde la supresión de los acuerdos de Bretton Woods por parte del Gobierno de EEUU a principios de los años 70. Desde entonces, el dólar se ha mantenido como la moneda de reserva por excelencia, sin ningún tipo de soporte real tras romper sus últimos lazos con el patrón oro.
La ONU propone ahora reformar el sistema monetario vigente, cuya hegemonía ostenta el dólar. Así, en un informe presentado durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el organismo multilateral por excelencia reconoce que el sistema monetario no funciona correctamente y, de hecho, ha sido el gran “responsable” de la actual crisis financiera.
Por ello, la ONU afirma que el papel del dólar como moneda de reserva mundial debe ser reconsiderado, tal y como vienen exigiendo Rusia, China y las principales economías emergentes del planeta. De este modo, la institución aboga por la creación de un nuevo Bretton Woods, que deberá ser negociado entre los principales gobiernos, para establecer un nuevo sistema monetario que sustituya al actual.
“Sustituir el dólar por una moneda artificial podría resolver algunos de los problemas relacionados con los grandes déficit por cuenta corriente [esto es, falta de ahorro] que presentan algunos países y ayudaría a la estabilidad”, según señala Detlef Kotte, uno de los autores del informe. Sin embargo, “también se precisa un nuevo sistema de tipo de cambios. Los países deben mantener unos tipos de cambio [monetario] reales [ajustados a la inflación] estables”.
El papel del FMI
Por ello, según Kotte, debe mantenerse la intervención monetaria que aplican los bancos centrales, aunque también deja la puerta abierta a que sea una institución multilateral la encargada de mantener la estabilidad de los tipos de cambio, en referencia al Fondo Monetario Internacional (FMI). De este modo, el organismo no sólo aboga por sustituir a dólar como moneda de reserva mundial, sino por crear una especia de banco central a nivel mundial que, en este caso, sería el FMI.
En la nota de prensa remitida el lunes, la UNCTAD (perteneciente a la ONU) señala que una regulación y supervisión más efectiva del mercado financiero es “indispensable” para “prevenir la repetición de una crisis financiera y económica mundial como la actual”.
Sin embargo, no sólo es necesario revisar la supervisión financiera internacional, sino que “igualmente es importante una reforma del sistema monetario para reducir el margen de beneficios en la especulación monetaria y evitar, así, los desequilibrios comerciales de gran tamaño”. Con esta declaración, el organismo se refiere al exceso de ahorro por parte de las economías asiáticas (sobre todo, China) en los últimos años y el abultado endeudamiento (necesidad de financiación exterior) de otras potencias, como es el caso de EEUU. Es decir, a los desequilibrios comerciales a nivel mundial (abultados déficits por cuenta corriente) que ha propiciado el actual sistema monetario, según sostienen algunos destacados economistas.
Los derechos especiales de giro
El actual sistema “depende de la política monetaria que aplica el banco central que emite la moneda de reserva mundial” por excelencia (el dólar), en referencia a la Reserva Federal de EEUU, (FED). Unas decisiones que, según el informe, se toman de acuerdo a las necesidades políticas y económicas de EEUU, en clave nacional, “sin tener en cuenta las necesidades del sistema de pagos internacional y de la economía mundial” en su conjunto.
Sin embargo, según el estudio, ni un correcto manejo de los flujos de capital entre países ni la imposición de una nueva moneda de reserva mundial (en sustitución del dólar) va a resolver los problemas que afectan a las economías emergentes: “el problema del tipo de cambio”, añade el estudio. Y es que, “no es posible que un país pueda absorber los shocks externos de manera eficiente mediante la adopción, ya sea totalmente flexible o rígida, de los tipos de cambio”, según los economistas de la UNCTAD.
Por ello, el organismo sugiere que se debería establecer un sistema de tipos de cambio en base a un “patrón estable”, que sería gestionado y determinado de forma multilateral.
La UNCTAD sostiene que un nuevo sistema monetario basado en principios y normas multilateralmente convenidos es necesario para la estabilidad de la economía mundial y unas “condiciones equitativas para el comercio internacional”. En esencia, el organismo apunta a la necesidad de sustituir el dólar por un nuevo patrón monetario, basado en una cesta de divisas que gestionaría el FMI (los denominados derechos especiales de giro).
De este modo, “se reduciría la necesidad de mantener reservas internacionales” para defender los tipos de cambio (el valor de una moneda nacional), y “podría combinarse con un papel más fuerte de los derechos especiales de giro [cesta de divisas] si las asignaciones se hacen en función de las necesidades de liquidez que presenta un determinado país”, con el fin de “estabilizar su tasa de cambio real a un nivel acordado multilateralmente”.
La posición de China y Rusia
El gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, propuso el pasado mes de marzo crear una divisa de reserva multinacional como parte de la reforma en el sistema monetario internacional, sumándose así a la petición de Rusia.
Xiaochuan apuestó por “crear una divisa de reserva internacional que no está relacionada con naciones individuales y puede permanecer estable a largo plazo”. Además, dijo que los Derechos Especiales de Giro (SDR, sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen el potencial para actuar como una divisa de reserva supranacional. Es decir, el objetivo sería crear una nueva súper divisa en sustitución del dólar, cuyo valor determina el resto de monedas.
El pasado julio dicha propuesta se convirtió en oficial. China advirtió en la reunión entre el G8 y el G5 que tuvo lugar entonces la necesidad de reformar el sistema monetario internacional para una “mayor diversificación de la moneda de referencia”, el dólar estadounidense. El gigante asiático nunca había sido tan explicito. Ahora, la ONU recoge el guante lanzado por China, Rusia y las potencias emergentes.
Curiosamente, el presidente ruso, Dmitry Medvedev, mostrado la “nueva moneda mundial” en su solapa durante la citada reunión de grandes potencias. EEUU no se ha postulado oficialmente en este debate hasta el momento.
Sin embargo, el secretario del Tesoro de EEUU, Tim Geithner, admitió el pasado marzo que EEUU estaba “muy abierto” a estudiar la propuesta monetaria elaborada por China y Rusia, y crear así una nueva divisa de referencia internacional. Aunque luego rectificó, ante el pánico que generó esta declaración en el mercado de divisas (el dólar se desplomó).
…Y AL FMI COMO BANCO CENTRAL GLOBAL
Llega la hora de la verdad. La ONU acaba de hacer público lo que se venía negociando a escondidas en los pasillos del poder. El organismo propone reformar el sistema monetario internacional, un nuevo Bretton Woods para sustituir a la hegemonía del dólar.
Desde el estallido de la crisis crediticia a mediados de 2007 la tensión en torno al papel que juega el dólar en la arquitectura monetaria ha sido cuestionada por algunas de las principales potencias del mundo, sobre todo, China y Rusia.
Este trascendental debate para la economía mundial se estaba negociando en privado por parte de los gobiernos y principales bancos centrales. Se trata de la reforma del actual sistema monetario internacional, vigente desde la supresión de los acuerdos de Bretton Woods por parte del Gobierno de EEUU a principios de los años 70. Desde entonces, el dólar se ha mantenido como la moneda de reserva por excelencia, sin ningún tipo de soporte real tras romper sus últimos lazos con el patrón oro.
La ONU propone ahora reformar el sistema monetario vigente, cuya hegemonía ostenta el dólar. Así, en un informe presentado durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el organismo multilateral por excelencia reconoce que el sistema monetario no funciona correctamente y, de hecho, ha sido el gran “responsable” de la actual crisis financiera.
Por ello, la ONU afirma que el papel del dólar como moneda de reserva mundial debe ser reconsiderado, tal y como vienen exigiendo Rusia, China y las principales economías emergentes del planeta. De este modo, la institución aboga por la creación de un nuevo Bretton Woods, que deberá ser negociado entre los principales gobiernos, para establecer un nuevo sistema monetario que sustituya al actual.
“Sustituir el dólar por una moneda artificial podría resolver algunos de los problemas relacionados con los grandes déficit por cuenta corriente [esto es, falta de ahorro] que presentan algunos países y ayudaría a la estabilidad”, según señala Detlef Kotte, uno de los autores del informe. Sin embargo, “también se precisa un nuevo sistema de tipo de cambios. Los países deben mantener unos tipos de cambio [monetario] reales [ajustados a la inflación] estables”.
El papel del FMI
Por ello, según Kotte, debe mantenerse la intervención monetaria que aplican los bancos centrales, aunque también deja la puerta abierta a que sea una institución multilateral la encargada de mantener la estabilidad de los tipos de cambio, en referencia al Fondo Monetario Internacional (FMI). De este modo, el organismo no sólo aboga por sustituir a dólar como moneda de reserva mundial, sino por crear una especia de banco central a nivel mundial que, en este caso, sería el FMI.
En la nota de prensa remitida el lunes, la UNCTAD (perteneciente a la ONU) señala que una regulación y supervisión más efectiva del mercado financiero es “indispensable” para “prevenir la repetición de una crisis financiera y económica mundial como la actual”.
Sin embargo, no sólo es necesario revisar la supervisión financiera internacional, sino que “igualmente es importante una reforma del sistema monetario para reducir el margen de beneficios en la especulación monetaria y evitar, así, los desequilibrios comerciales de gran tamaño”. Con esta declaración, el organismo se refiere al exceso de ahorro por parte de las economías asiáticas (sobre todo, China) en los últimos años y el abultado endeudamiento (necesidad de financiación exterior) de otras potencias, como es el caso de EEUU. Es decir, a los desequilibrios comerciales a nivel mundial (abultados déficits por cuenta corriente) que ha propiciado el actual sistema monetario, según sostienen algunos destacados economistas.
Los derechos especiales de giro
El actual sistema “depende de la política monetaria que aplica el banco central que emite la moneda de reserva mundial” por excelencia (el dólar), en referencia a la Reserva Federal de EEUU, (FED). Unas decisiones que, según el informe, se toman de acuerdo a las necesidades políticas y económicas de EEUU, en clave nacional, “sin tener en cuenta las necesidades del sistema de pagos internacional y de la economía mundial” en su conjunto.
Sin embargo, según el estudio, ni un correcto manejo de los flujos de capital entre países ni la imposición de una nueva moneda de reserva mundial (en sustitución del dólar) va a resolver los problemas que afectan a las economías emergentes: “el problema del tipo de cambio”, añade el estudio. Y es que, “no es posible que un país pueda absorber los shocks externos de manera eficiente mediante la adopción, ya sea totalmente flexible o rígida, de los tipos de cambio”, según los economistas de la UNCTAD.
Por ello, el organismo sugiere que se debería establecer un sistema de tipos de cambio en base a un “patrón estable”, que sería gestionado y determinado de forma multilateral.
La UNCTAD sostiene que un nuevo sistema monetario basado en principios y normas multilateralmente convenidos es necesario para la estabilidad de la economía mundial y unas “condiciones equitativas para el comercio internacional”. En esencia, el organismo apunta a la necesidad de sustituir el dólar por un nuevo patrón monetario, basado en una cesta de divisas que gestionaría el FMI (los denominados derechos especiales de giro).
De este modo, “se reduciría la necesidad de mantener reservas internacionales” para defender los tipos de cambio (el valor de una moneda nacional), y “podría combinarse con un papel más fuerte de los derechos especiales de giro [cesta de divisas] si las asignaciones se hacen en función de las necesidades de liquidez que presenta un determinado país”, con el fin de “estabilizar su tasa de cambio real a un nivel acordado multilateralmente”.
La posición de China y Rusia
El gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, propuso el pasado mes de marzo crear una divisa de reserva multinacional como parte de la reforma en el sistema monetario internacional, sumándose así a la petición de Rusia.
Xiaochuan apuestó por “crear una divisa de reserva internacional que no está relacionada con naciones individuales y puede permanecer estable a largo plazo”. Además, dijo que los Derechos Especiales de Giro (SDR, sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen el potencial para actuar como una divisa de reserva supranacional. Es decir, el objetivo sería crear una nueva súper divisa en sustitución del dólar, cuyo valor determina el resto de monedas.
El pasado julio dicha propuesta se convirtió en oficial. China advirtió en la reunión entre el G8 y el G5 que tuvo lugar entonces la necesidad de reformar el sistema monetario internacional para una “mayor diversificación de la moneda de referencia”, el dólar estadounidense. El gigante asiático nunca había sido tan explicito. Ahora, la ONU recoge el guante lanzado por China, Rusia y las potencias emergentes.
Curiosamente, el presidente ruso, Dmitry Medvedev, mostrado la “nueva moneda mundial” en su solapa durante la citada reunión de grandes potencias. EEUU no se ha postulado oficialmente en este debate hasta el momento.
Sin embargo, el secretario del Tesoro de EEUU, Tim Geithner, admitió el pasado marzo que EEUU estaba “muy abierto” a estudiar la propuesta monetaria elaborada por China y Rusia, y crear así una nueva divisa de referencia internacional. Aunque luego rectificó, ante el pánico que generó esta declaración en el mercado de divisas (el dólar se desplomó).
Visto en: el nuevo despertar