En este mundo no hay guerras más que por motivos económicos: ni democracia ni libertad, ni siquiera la defensa de la vida de civiles inocentes son razones válidas para movilizar al ejército de EE.UU. o las fuerzas de la OTAN; los anteriores son pretextos para ocultar las verdaderas razones para una invasión.
El principal motivo para invadir un país es el saqueo de sus recursos, ya sean petróleo, minerales, diamantes u oro. Pero hay otra razón importante para iniciar una guerra... Cargarse a la competencia de un buen negocio. No hay negocio más lucrativo que crear dinero de la nada. Este último es el motivo para la invasión de Libia por las fuerzas aliadas internacionales.
Libia ha sido invadida porque su presidente Gadafi, viendo que el valor del dólar estaba en caída libre, se propuso crear una moneda alternativa al dólar/euro. Para ello, Gadafi contactó con los países árabes productores de petróleo para respaldarla con el oro físico que todos estos países mantienen en sus cámaras acorazadas en gran cantidad —Libia cuenta con 150 toneladas de oro puro en sus bóvedas—. La intención de Gadafi era exigir a América del Norte, Reino Unido y el resto de Europa que pagasen en la nueva moneda todas sus compras de crudo. Dos de estos países, futuros socios de Libia, eran Túnez y Egipto. ¿Le suenan?
El Banco Mundial —presidido por el supremacista judío neoconservador Robert Zoellick—, y el FMI —gestionado por sionista Strauss-Kahn— actuaron de inmediato, llamando a imponer un severo correctivo al inmanejable y rebelde régimen de Gadafi, cuyo sistema bancario osa ser público. Así que la OTAN bombardea Trípoli mientras permanece impasible viendo la matanza de civiles en Siria. ¿Despierto ya?
La hija del regimiento (Donizetti Ópera Bufa)
Cuando hablamos de la participación de España en la invasión de Libia, la tragedia se convierte en una ópera bufa. La ministra Chacón (¿alguien puede imaginar una España con esta tiparraca presidiendo el Gobierno y manejando el Parlamento?) asegura muy seria que en Libia nuestras fuerzas 'protegerán a los indefensos de un tirano'.
No comenta que la resolución de la ONU no incluye el armar a los insurrectos, ni bombardear bases militares y tropas fuera de la zona de exclusión de vuelo, ni desembarcar tropas sobre suelo libio. Y desde luego, lo que es imposible que haya autorizado la ONU es el bombardeo de Trípoli y de otras ciudades sobre objetivos civiles, tal como la OTAN está fríamente ejecutando.
España, la bien mandada, la que evacuara otrora sus magras tropas de Irak (¿quién se acuerda ahora de aquel Zapatero?), está contribuyendo a masacrar civiles no en aras de la democracia, por la que esos mercenarios infiltrados en Libia por la CIA-Mossad desde la frontera de Egipto dicen estar dispuestos a morir, ni en la de los derechos humanos de un pueblo desarmado, sino en defensa del monopolio en la fabricación de la moneda de reserva del Club Financiero de la Sinagoga.
Dejamos constancia de que el partido alternativo al PSOE en el Gobierno de España haría exactamente lo mismo, porque ambos son rehenes de esos financieros internacionales, bien representados en España por Emilio Botín, ése que está fuera del alcance la la Ley según el juez Gómez Bermúdez, y por Francisco González, que acaba de percibir del BBVA 80 millones de euros de pensión, a pesar de que no piensa cesar en sus funciones ejecutivas.
Puestos a tener que asumir los crímenes genocidas de nuestros políticos, mejor que sea la Chacón, la nena del regimiento, la que lance los pepinazos sobre las mujeres y los niños libios, que queda mucho más progre. Seguro que perfuma las bombas y los cadáveres no huelen luego tan mal.
ÁCRATAS
Enviado por: Daedalus XXI