Las tropas de la OTAN abren paso a bombas con uranio empobrecido en las ciudades y pueblos donde hay resistencia popular para que sean tomadas por los "rebeldes" armados por occidente. Los daños colaterales, como ellos llaman al bombardeo de un hospital, se suceden. La población huye despavorida al desierto mientras asiste atemorizada a la destrucción de sus casas y lugares donde habitan.
En la televisión de occidente el acomodado ciudadano se traga la versión oficial desde la parcial atalaya de su sofá mientras hace zapping entre el miedo radiactivo que infunden de Japón y el deseo de acabar con Gadafi, que por cierto, ningún mandatario pretende según declaraciones, entre otros, de Trinidad Jiménez.
Se dice desde hace tiempo que las futuras guerras no serán por el petróleo sino por el agua. Bajo la arena de Libia se esconde un inmenso caudal de agua potable que extraen los campesinos libios para instalar sus granjas y para lo cual el gobierno elaboró un plan hidrológico para el país.
Gran río artificial
Libia posee la segunda reserva mundial de agua dulce. Cerca de 12000 km3 de agua fósil que desde el subsuelo sahariano llega a las ciudades costeras como Trípoli o Bengasi. Además de rico en petróleo es un vergel potencial. De hecho produce muchos más alimentos de los que consume.
¿Es descabellado pensar en un trasvase que cruce Egipto (qué casualidad) para abstecer con agua de Libia la tierra prometida del sionismo istaelí que todo lo controla?
Fuente: Arucas Blog
Nota de Leónidas:
Ya lo dijo Walter Martínez en el programa DOSSIER, que Libia posee un inmenso mar de agua dulce fosil, bajo su subsuelo (Acuifero Nubia). Ver audios anteiores del programa DOSSIER.