Este martes Francia vive el sexto día de protesta nacional contra la reforma de las pensiones. La acción abarca casi todos los sectores: desde las refinerías de petróleo hasta el transporte. Al menos un tercio de los vuelos de aeropuertos franceses han sido cancelados y del mismo modo se ha suspendido parcialmente la circulación de trenes.
Por su parte, cientos de jóvenes franceses que también se han manifestado, realizaron una nueva serie de acciones que concluyeron con enfrentamientos violentos contra la policía, en los que se cometieron numerosos actos de vandalismo que afectaron a varias ciudades.
Los incidentes más serios se registraron en los suburbios de París, Lille y Lyon. Los estudiantes hicieron hogueras en las carreteras, volcaron e incendiaron cabinas telefónicas y otros objetos del mobiliario urbano y lanzaron piedras y construyeron barricadas. En la ciudad de Le Mans, en el noroeste del país, se produjo un incendio que destruyó un colegio entero, lo que también fue considerado como una acción de los manifestantes.
Según las autoridades francesas, en total cerca de 950 liceos resultaron afectados por las protestas en el territorio del estado el lunes y 550 de ellos fueron bloqueados completamente.
Desde el principio de septiembre en Francia se han organizado tres huelgas generales contra la reforma que eleva de 60 a 62 años la edad mínima de jubilación y de 65 a 67 la necesaria para cobrar una pensión completa para 2018. La última acción en la cual participaron, según los datos de los sindicatos, 3,5 millones de ciudadanos, se llevó a cabo el 11-12 de octubre. Fueron bloqueadas las principales carreteras y fábricas petroleras, lo que provocó escasez de combustible y paralizó el país.
A pesar de las críticas y el rechazo de la población, el Gobierno francés no planea renunciar a la norma, que de acuerdo con el presidente, Nicolas Sarkozy, será aprobada "a pesar de todo". "Esta reforma es muy importante. Es necesaria. Estamos obligados a realizarla por el futuro del país", insistió el mandatario. Se prevé que el documetno sea examinado por el Senado este miércoles.
Por su parte, cientos de jóvenes franceses que también se han manifestado, realizaron una nueva serie de acciones que concluyeron con enfrentamientos violentos contra la policía, en los que se cometieron numerosos actos de vandalismo que afectaron a varias ciudades.
Los incidentes más serios se registraron en los suburbios de París, Lille y Lyon. Los estudiantes hicieron hogueras en las carreteras, volcaron e incendiaron cabinas telefónicas y otros objetos del mobiliario urbano y lanzaron piedras y construyeron barricadas. En la ciudad de Le Mans, en el noroeste del país, se produjo un incendio que destruyó un colegio entero, lo que también fue considerado como una acción de los manifestantes.
Según las autoridades francesas, en total cerca de 950 liceos resultaron afectados por las protestas en el territorio del estado el lunes y 550 de ellos fueron bloqueados completamente.
Desde el principio de septiembre en Francia se han organizado tres huelgas generales contra la reforma que eleva de 60 a 62 años la edad mínima de jubilación y de 65 a 67 la necesaria para cobrar una pensión completa para 2018. La última acción en la cual participaron, según los datos de los sindicatos, 3,5 millones de ciudadanos, se llevó a cabo el 11-12 de octubre. Fueron bloqueadas las principales carreteras y fábricas petroleras, lo que provocó escasez de combustible y paralizó el país.
A pesar de las críticas y el rechazo de la población, el Gobierno francés no planea renunciar a la norma, que de acuerdo con el presidente, Nicolas Sarkozy, será aprobada "a pesar de todo". "Esta reforma es muy importante. Es necesaria. Estamos obligados a realizarla por el futuro del país", insistió el mandatario. Se prevé que el documetno sea examinado por el Senado este miércoles.
Fuente: RT-Noticias
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