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lunes, 25 de octubre de 2010

El caso del coronel Russell Williams - Piloto del primer ministro de Canada y de la Reina de Inglaterra en sus viajes a ese pais



Fuente del video: robertobenitez

La historia del coronel Russell Williams, miembro destacado de las fuerzas aéreas canadienses, estalló el pasado febrero cuando desde Canadá se extendió la noticia de que se le había arrestado y acusado del asesinato de dos mujeres.

Por si fuera poco, el coronel se dedicaba a robar en domicilios particulares la ropa interior y otras prendas íntimas de mujeres. Se descubrieron más tarde centenares de fotografías en las que el coronel aparece en los domicilios en que irrumpía vestido con la ropa interior de sus víctimas e incluso masturbándose con sus pertenencias.

 
Las fotos de Williams vestido con lenceria femenina han dado la vuelta al mundo.

Gran escándalo. Un coronel del más alto rango de las fuerzas aéreas, entrenador de piloto de las fuerzas aéreas, que había pilotado en numerosas ocasiones el avión del primer ministro, fotografiado en numerosas ocasiones con el ministro de defensa y que había pilotado personalmente el avión de la reina de Inglaterra en sus visitas a Canadá, alto mando de una de las bases aéras más importantes del mundo, la S-Wing Trenton, era acusado de asesinar a dos mujeres, una de ellas militar, subordinada suya, Marie-France Comeau, asesinada en su propia casa, y la otra Jessica Lloyd.

 
En la foto Russell Williams (en el centro) con el ministro de defensa canadiense Peter MacKay y el Jefe de Estado Mayor del Ejército Walter Natyncyk

El 21 de octubre de 2010, Russell Williams confesó no sólo haberlas asesinado, sino haber entrado en casa de otras 80 mujeres, haberlas forzado a desnudarse, haberlas golpeado y fotografiado desnudas.

Para muchas personas puede que este sea simplemente un caso de locura y perversión francamente bien ocultada durante años. Sin embargo, para los que somos conscientes del anillo de perversión de la elite illuminati y su directa relación con el culto satánico, que tan brillante y sutilmente pretendió exponer el fallecido Stanley Kubrick con su película “Eyes Wide Shut”, esa es toda la clave de esta truculenta historia.

 
Fotograma de la película de S. Kubrick ‘Eyes Wide Shut’

El Ottawa Sun expuso a comienzos de este año, cuando saltó a la luz el escándalo, que Russell había sido íntimo amigo de otro conocido asesino Paul Bernardo, un conocido asesino en serie canadiense que mató y desmembró a tres jóvenes y violo a más de 19 chicas en Toronto en los años 80. Ambos figuras estudiaron economía en el campus Scarborough de la Universidad de Toronto.



El asesino en serie Paul Bernardo


El juicio a Bernardo dejó en evidencia que sus asesinatos eran de naturaleza satánica, empleando procedimientos tan espantosos que los detalles fueron ocultados a la prensa. Más allá de esto, él y su mujer, Karla Homolka, filmaban los asesinatos como películas snuff para el entretenimiento de una red elitista de satanistas Illuminati.



El matrimonio, Bernardo y Homolka eran llamados por sus amigos “Barbie y Kent” porque representaban la quintaesencia de la pareja hortera americana aparentemente feliz

Esta información puede encontrarse en un libro muy raro titulado ” New World Order – Corruption in Canada” (1994) editado por Robert O’Driscoll y Elizabeth Elliott que tenían muchos contactos dentro de la red illuminati. Los editores sabían que se trataba de asesinatos rituales y que éstos eran una fuente de poder espiritual para los satanistas.



Tras ser condenado a cadena perpetua, Russell Williams declaró ante el juez:

“He cometido crímenes despreciables, su señoría, he traicionado a mi familia, mis amigos y colegas en la Fuerzas Armadas canadienses. Pasaré el resto de mi vida lamentando que he terminado dos vidas vibrantes, inocentes y amadas”.

Que este tipo está mentalmente perturbado no requiere profundo análisis. La cuestión no es esa, sino, si es posible que perturbados mentales de tan grave consideración se encuentren en puestos de liderazgo en el ejército, en nuestra sociedad, en nuestro mundo. Y dado que es así, y a las pruebas me remito, tenemos una razón más para reflexionar en el modo que esta sociedad y este mundo han sido construidos.