El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, que ha regresado hoy a Teherán tras asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, reiteró sus dudas sobre la autoría de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y volvió a solicitar a EE. UU. que presente pruebas.
“Si todo lo que ustedes dicen es verdad, deben presentar sus pruebas contra los terroristas”, señaló el líder iraní.
Ahmadineyad de nuevo acusó a EE. UU. de haberse aprovechado de los atentados del 11 de septiembre para iniciar una guerra contra el terrorismo y señaló que es necesario crear una comisión especial para que investigue los hechos. “Este asunto requiere más estudios que deben hacerse a través de un comité independiente y justo que permita conocer la verdad”, afirmó el mandatario de la República Islámica.
El discurso de Ahmadineyad en la ONU, durante el cual el presidente de Irán acusó a algunos sectores de la administración de EE. UU. de estar implicados en los atentados de 2001, provocó la indignación de muchos representantes internacionales, algunos de los cuales, incluyendo la delegación de EE. UU. y de los 27 países de la Unión Europea, abandonaron la sala de reuniones en señal de protesta.
El presidente Obama calificó las palabras del mandatario iraní de “ofensivas”, “llenas de odio” e “imperdonables”. Ahmadineyad, a su vez, señaló que “la reacción” del líder estadounidense “fue muy de aficionado”.
“Si todo lo que ustedes dicen es verdad, deben presentar sus pruebas contra los terroristas”, señaló el líder iraní.
Ahmadineyad de nuevo acusó a EE. UU. de haberse aprovechado de los atentados del 11 de septiembre para iniciar una guerra contra el terrorismo y señaló que es necesario crear una comisión especial para que investigue los hechos. “Este asunto requiere más estudios que deben hacerse a través de un comité independiente y justo que permita conocer la verdad”, afirmó el mandatario de la República Islámica.
El discurso de Ahmadineyad en la ONU, durante el cual el presidente de Irán acusó a algunos sectores de la administración de EE. UU. de estar implicados en los atentados de 2001, provocó la indignación de muchos representantes internacionales, algunos de los cuales, incluyendo la delegación de EE. UU. y de los 27 países de la Unión Europea, abandonaron la sala de reuniones en señal de protesta.
El presidente Obama calificó las palabras del mandatario iraní de “ofensivas”, “llenas de odio” e “imperdonables”. Ahmadineyad, a su vez, señaló que “la reacción” del líder estadounidense “fue muy de aficionado”.
Fuente: RT Noticias - Actualidad