El Gobierno de EEUU pide a BP que vigile de cerca la situación. La petrolera asegura que sellará definitivamente el vertido en la primera quincena de agosto
El Gobierno de EEUU ha expresado su preocupación por una fuga detectada cerca del pozo averiado en el Golfo de México, pidió a BP que vigile de cerca la situación y se prepare para la posible reapertura del manantial ahora sellado.
Thad Allen, el almirante al frente de la respuesta del Gobierno al derrame en el Golfo, envió anoche una carta al director general de BP, Robert Dudley, en la que señala que es "primordial" el observar el suelo marino tras la detección de la fuga cerca del pozo así como "anomalías no determinadas" en la cabeza del mismo.
La carta pide a BP que notifique al Gobierno cualquier fuga en el plazo de cuatro horas de su detección.
Allen solicitó también a BP que envíe al Gobierno por escrito un plan para reabrir el pozo de confirmarse que existe una fuga de hidrocarburos cerca de la cabeza del mismo.
Por otra parte, la petrolera ha asegurado que prevé sellar definitivamente el vertido en la primera quincena de agosto, para lo cual lleva gastados hasta el momento alrededor de 4.000 millones de dólares.
BP instaló la semana pasada una enorme campana sobre el orificio por el que fluía crudo al mar y que actúa desde el jueves como una especie de tapón.
BP realiza desde el jueves pruebas de presión para ver si el pozo está en buen estado
La empresa realiza desde el jueves pruebas de presión para ver si el pozo está en buen estado.
Allen dijo que los niveles de presión son inferiores a lo previsto e indicó que es necesario trabajo adicional para entender los motivos.
Mencionó que la actual situación puede obedecer o bien a la disminución de las existencias de crudo en el pozo o bien a potenciales fugas debido a algún daño en la estructura del manantial.
El temor del Gobierno es que el taponado pueda provocar que el petróleo fluya por otros puntos si la estructura del pozo es frágil.
BP y el Gobierno tienen la opción de permitir que el petróleo fluya hacia la enorme campana contenedora que ahora actúa como un tapón y que tiene capacidad para recoger hasta 80.000 barriles de crudo, que se transportarían posteriormente a varios barcos en la superficie mediante tuberías.
Las estimaciones oficiales apuntan a que el pozo Macondo ha estado escupiendo entre 35.000 y 60.000 barriles diarios de petróleo al mar desde el accidente del 20 de abril.
El derrame en el Golfo de México comenzó el 20 de abril a raíz de la explosión y hundimiento dos días después de una plataforma petrolífera operada por BP.
Thad Allen, el almirante al frente de la respuesta del Gobierno al derrame en el Golfo, envió anoche una carta al director general de BP, Robert Dudley, en la que señala que es "primordial" el observar el suelo marino tras la detección de la fuga cerca del pozo así como "anomalías no determinadas" en la cabeza del mismo.
La carta pide a BP que notifique al Gobierno cualquier fuga en el plazo de cuatro horas de su detección.
Allen solicitó también a BP que envíe al Gobierno por escrito un plan para reabrir el pozo de confirmarse que existe una fuga de hidrocarburos cerca de la cabeza del mismo.
Por otra parte, la petrolera ha asegurado que prevé sellar definitivamente el vertido en la primera quincena de agosto, para lo cual lleva gastados hasta el momento alrededor de 4.000 millones de dólares.
Otra enorme campana
BP instaló la semana pasada una enorme campana sobre el orificio por el que fluía crudo al mar y que actúa desde el jueves como una especie de tapón.
BP realiza desde el jueves pruebas de presión para ver si el pozo está en buen estado
La empresa realiza desde el jueves pruebas de presión para ver si el pozo está en buen estado.
Allen dijo que los niveles de presión son inferiores a lo previsto e indicó que es necesario trabajo adicional para entender los motivos.
Mencionó que la actual situación puede obedecer o bien a la disminución de las existencias de crudo en el pozo o bien a potenciales fugas debido a algún daño en la estructura del manantial.
Otras salidas de petróleo
El temor del Gobierno es que el taponado pueda provocar que el petróleo fluya por otros puntos si la estructura del pozo es frágil.
BP y el Gobierno tienen la opción de permitir que el petróleo fluya hacia la enorme campana contenedora que ahora actúa como un tapón y que tiene capacidad para recoger hasta 80.000 barriles de crudo, que se transportarían posteriormente a varios barcos en la superficie mediante tuberías.
Las estimaciones oficiales apuntan a que el pozo Macondo ha estado escupiendo entre 35.000 y 60.000 barriles diarios de petróleo al mar desde el accidente del 20 de abril.
El derrame en el Golfo de México comenzó el 20 de abril a raíz de la explosión y hundimiento dos días después de una plataforma petrolífera operada por BP.
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Fuente: Publico