Ya no puede haber duda de que el derrame de petróleo de BP fue ocasionado a propósito, a través de una negligencia deliberada o mediante un sabotaje. La crisis está siendo ahora usada para avanzar la agenda política de la administración Obama. Investigaciones criminales al rol del gobierno y de BP en el desastre necesitan ser iniciadas por las autoridades estatales en Florida, Louisiana y Missisipi inmediatamente. Las autoridades locales, en tanto, necesitan llamar a sesiones legislativas de emergencia para recuperar de las manos de los federales los esfuerzos de respuesta antes de que la crisis empeore.
Fuente: NWNoticias