Hacienda no descansa. Los acontecimientos han desbordado a los equipos de Zapatero que, abocado por la presión de Europa y EEUU, ha dado un giro copernicano para lanzar un histórico recorte social.
La primera sorpresa ya está aquí: bajada de sueldo a los funcionarios, congelación de pensiones, fin del cheque bebé, menos inversión pública...
Y lanzado el recortazo, tocará el impuestazo: los equipos de simulación del Ministerio de Hacienda están haciendo ya todo tipo de cálculos para estimar cómo afectarían distintas subidas de los tributos.
En concreto, según aseguran a EXPANSIÓN fuentes cercanas a la Agencia Tributaria, están poniendo cifras para valorar cuánto se recaudaría con subidas de los Impuestos Especiales –que da ya casi por segura–; del IRPF – a través del tramo más alto–; incluso del IVA de nuevo o incluso del Impuesto de Patrimonio, pues el Ejecutivo ha dejado la puerta abierta a recuperar este gravamen, bien como era conocido o como una figura similar. Legalmente puede hacerlo pues nunca lo eliminó, sino que lo bonificó, dando pie a su recuperación. El propio Gobierno se arrepintió de aquella medida en abril.
“Estamos evaluando la situación, nada se descarta para más adelante”, admitía ayer la vicepresidenta De la Vega. Esa “evaluación” no es sólo una simple idea, pues es el mensaje lanzado a los técnicos de simulación. La Agencia Tributaria prefiere no hacer comentarios al respecto y remite a este periódico al Ministerio de Hacienda. Éste, por su parte, indica que no hará ningún tipo de comentarios hasta que no se concrete por decreto ley el recorte de gasto. La misma respuesta dan Moncloa y el PSOE, con lo que todo el aparato del Gobierno ha optado por el silencio.
“Estamos evaluando la situación, nada se descarta para más adelante”, admitía ayer la vicepresidenta De la Vega. Esa “evaluación” no es sólo una simple idea, pues es el mensaje lanzado a los técnicos de simulación. La Agencia Tributaria prefiere no hacer comentarios al respecto y remite a este periódico al Ministerio de Hacienda. Éste, por su parte, indica que no hará ningún tipo de comentarios hasta que no se concrete por decreto ley el recorte de gasto. La misma respuesta dan Moncloa y el PSOE, con lo que todo el aparato del Gobierno ha optado por el silencio.
Nada concreto
Lo que dicen las voces oficiosas es que, por el momento, la orden es hacer simulaciones con todo tipo de impuestos. “En ocasiones sentimos hasta cierta descoordinación”, aseguran las mismas fuentes.
Ayer mismo, De la Vega confirmó, de hecho, que “encima de la mesa” no hay aún una propuesta concreta, en un momento en el que el Ejecutivo ha tenido que atrasar una semana la reglamentación del recorte de gasto ante la ingente tarea de dar cuerpo a la histórica rebaja de Zapatero.
Así, todos los mensajes que lanzó ayer De la Vega eran coherentes con la tarea que emprenden ahora los ordenadores de la Agencia, que buscan cómo cuadrar la caja “garantizando mayor progresividad fiscal”, sentencia lógica con su discurso de apretar ahora el cinturón a funcionarios y pensionistas, para castigar luego a las rentas elevadas.
¿Patrimonio otra vez? El Gobierno puede hacerlo, pues legalmente no ha desaparecido
Sin embargo, hubo una declaración que dejó en evidencia al Ejecutivo. Según De la Vega, no ha habido ningún tipo de discrepancia dentro del Gobierno sobre una eventual subida de impuestos. Pero un día antes la otra vicepresidenta, Elena Salgado, daba por lejana esa alza, contradiciendo al tercer vicepresidente, Manuel Chaves, que, junto a José Blanco, ministro de Fomento, apuntaban una clara intención ya de elevar tributos.
El problema es que nadie aclara esta situación porque ahora “toca hablar” de las últimas medidas planteadas, y no de impuestos. Y mientras lo decidan y la bolsa sienta el efecto –ayer retrocedió el 6,64%, la mayor caída desde octubre de 2008– los ordenadores de Hacienda seguirán buscando la fórmula maestra para cuadrar las cuentas.
Fuente: Expansion