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España ingresó el miércoles a un escenario de "gran ajuste" en su economía al anunciar una rebaaja en salarios públicos y una congelación de las pensiones que, además de recortar el déficit fiscal, mermarán inevitablemente la capacidad de crecimiento económico en una de las naciones puntales de la eurozona. Los dos sindicatos mayoritarios españoles rechazaron el miércoles las nuevas medidas de ajuste fiscal, afirmando que amenazan el crecimiento del país y la reforma laboral en marcha.
IAR Noticias /
Agencias
El Gobierno de Zapatero anunció este miércoles una rebaja de los sueldos de los empleados públicos este año y su congelación el que viene, la retirada de las ayudas por nacimiento de hijos a partir de 2011 y que el próximo ejercicio dejará de subir las pensiones contributivas.
Éstas son las tres principales medidas anunciadas por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia extraordinaria en el Congreso de los Diputados, en la que justificó estas para acelerar la reducción del déficit.
Este esfuerzo, dijo, es "especial, singular y extraordinario" y debe hacerse "precisamente ahora", cuando se están viendo "signos" que ponen de manifiesto el inicio de la recuperación económica.
La primera gran medida anunciada por Zapatero es la de la rebaja media del 5% en el sueldo de los empleados públicos, que se congelarán el año que viene.
Con este anuncio, el gobierno de Zapatero rompe con el acuerdo que alcanzó en septiembre del año pasado con los sindicatos para elevar los sueldos de los empleados públicos un 0,3% este año con una cláusula de revisión salarial al final del ejercicio.
Zapatero también anunció que se suprimirá a partir del 1 de enero de 2011 el denominado cheque-bebé, la prestación de 2.500 euros por nacimiento o adopción de un hijo.
Esta prestación, una de las medidas "estrella" de la política social del Gobierno socialista, fue anunciada también por Zapatero en el pleno del Congreso en julio de 2007, durante el Debate del estado de la Nación, y entró en vigor de manera inmediata.
El líder de la oposición, el conservador Mariano Rajoy, acusó hoy al Gobierno español de recortar los derechos sociales para acelerar la reducción del déficit público y aseguró que esta "improvisación" la pagarán todos los españoles, especialmente los empleados públicos y los pensionistas.
Rajoy, presidente del Partido Popular (PP), el principal de la oposición en España, realizó un duro discurso ante el Congreso de los Diputados, donde minutos antes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció el ajuste para reducir el déficit público y situarlo en el 3 por ciento del PIB en 2013.
Rajoy insistió en que Zapatero ha tenido que decidir "en tres días" una reducción del gasto de 15.000 millones de euros (unos 19.000 millones de dólares), y eso es "improvisación", especialmente si se tiene en cuenta que hace una semana Zapatero aseguraba que no acometería un recorte "drástico" para no afectar a la recuperación económica.
España se había colocado entre los cinco países del mundo (junto a EE.UU. Reino Unido e Irlanda) con un déficit público superior al 10%, tras alcanzar el 11,2% del PIB al finalizar el 2009 como señaló el martes el propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Hay que tener en cuenta que el déficit público es una acumulación de deuda, originada en buena parte porque el gasto se ha mantenido a pesar del desplome de los ingresos y esta situación se ha visto agravada por el gasto adicional en planes de estímulo económico.
El Gobierno de Zapatero suspenderá en 2011 la revalorización de las pensiones, excepto las no contributivas y las mínimas, lo que significa que las contributivas no se actualizarán el próximo año de acuerdo con el IPC.
Asimismo, se prevé la eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial previsto en la Ley 40/2007.
Esto implica que sólo podrán acceder a esa modalidad de retiro los mayores de 61 años, que tengan un mínimo 30 años cotizados a la Seguridad Social y al menos 6 años de antigüedad en la empresa, en tanto que sólo se podrá reducir la jornada laboral un 75% como máximo.
Los dos sindicatos mayoritarios españoles rechazaron el miércoles las nuevas medidas de ajuste fiscal, afirmando que amenazan el crecimiento del país y la reforma laboral en marcha.
IAR Noticias /
Agencias
El Gobierno de Zapatero anunció este miércoles una rebaja de los sueldos de los empleados públicos este año y su congelación el que viene, la retirada de las ayudas por nacimiento de hijos a partir de 2011 y que el próximo ejercicio dejará de subir las pensiones contributivas.
Éstas son las tres principales medidas anunciadas por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia extraordinaria en el Congreso de los Diputados, en la que justificó estas para acelerar la reducción del déficit.
Este esfuerzo, dijo, es "especial, singular y extraordinario" y debe hacerse "precisamente ahora", cuando se están viendo "signos" que ponen de manifiesto el inicio de la recuperación económica.
La primera gran medida anunciada por Zapatero es la de la rebaja media del 5% en el sueldo de los empleados públicos, que se congelarán el año que viene.
Con este anuncio, el gobierno de Zapatero rompe con el acuerdo que alcanzó en septiembre del año pasado con los sindicatos para elevar los sueldos de los empleados públicos un 0,3% este año con una cláusula de revisión salarial al final del ejercicio.
Zapatero también anunció que se suprimirá a partir del 1 de enero de 2011 el denominado cheque-bebé, la prestación de 2.500 euros por nacimiento o adopción de un hijo.
Esta prestación, una de las medidas "estrella" de la política social del Gobierno socialista, fue anunciada también por Zapatero en el pleno del Congreso en julio de 2007, durante el Debate del estado de la Nación, y entró en vigor de manera inmediata.
El líder de la oposición, el conservador Mariano Rajoy, acusó hoy al Gobierno español de recortar los derechos sociales para acelerar la reducción del déficit público y aseguró que esta "improvisación" la pagarán todos los españoles, especialmente los empleados públicos y los pensionistas.
Rajoy, presidente del Partido Popular (PP), el principal de la oposición en España, realizó un duro discurso ante el Congreso de los Diputados, donde minutos antes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció el ajuste para reducir el déficit público y situarlo en el 3 por ciento del PIB en 2013.
Rajoy insistió en que Zapatero ha tenido que decidir "en tres días" una reducción del gasto de 15.000 millones de euros (unos 19.000 millones de dólares), y eso es "improvisación", especialmente si se tiene en cuenta que hace una semana Zapatero aseguraba que no acometería un recorte "drástico" para no afectar a la recuperación económica.
España se había colocado entre los cinco países del mundo (junto a EE.UU. Reino Unido e Irlanda) con un déficit público superior al 10%, tras alcanzar el 11,2% del PIB al finalizar el 2009 como señaló el martes el propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Hay que tener en cuenta que el déficit público es una acumulación de deuda, originada en buena parte porque el gasto se ha mantenido a pesar del desplome de los ingresos y esta situación se ha visto agravada por el gasto adicional en planes de estímulo económico.
El Gobierno de Zapatero suspenderá en 2011 la revalorización de las pensiones, excepto las no contributivas y las mínimas, lo que significa que las contributivas no se actualizarán el próximo año de acuerdo con el IPC.
Asimismo, se prevé la eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial previsto en la Ley 40/2007.
Esto implica que sólo podrán acceder a esa modalidad de retiro los mayores de 61 años, que tengan un mínimo 30 años cotizados a la Seguridad Social y al menos 6 años de antigüedad en la empresa, en tanto que sólo se podrá reducir la jornada laboral un 75% como máximo.
Los dos sindicatos mayoritarios españoles rechazaron el miércoles las nuevas medidas de ajuste fiscal, afirmando que amenazan el crecimiento del país y la reforma laboral en marcha.
Fuente: IAR Noticias