Parece un titular sacado de la ciencia ficción, pero no lo es. De hecho, hace dos años el 2 de abril de 2008, varios científicos denunciaron ante un tribunal de Hawai las actividades del mega acelerador de partículas Large Hadron Collider. Uno de ellos es español: Luis Sancho, quién fue entrevistado en varios medios de prensa sin obtener la cobertura necesaria y sin que la noticia trascendiera a los medios de comunicación. (Ver noticia en diario ADN)
Así, Un juez de Hawai, el 50º Estado de los Estados Unidos de América, tuvo que decidir si detiene los trabajos de un laboratorio europeo, el Large Hadron Collider (LHC) de Ginebra, cuya construcción costó más de 5.000 millones de euros y que trabaja sobre uno de los proyectos de física cuántica más ambiciosos del mundo. ¿La razón? Podría acabar con la humanidad, el planeta Tierra y parte del universo.
El estadounidense Walter Wagner y el español Luis Sancho, denunciaron al Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), que gestiona el LHC, al Gobierno de Estados Unidos, que aporta financiación, y a dos instituciones más que lo apoyan.
La cuestión sigue sin resolver, pese a que han transcurrido ya 2 años desde la denuncia.
Las bases científicas son absolutamente coherentes, y tras analizar toda la documentación aportada por estos dos científicos, que puede revisarse detalladamente aquí, el expediente sigue paralizado ante la impasibilidad de la opinión pública, que al no ser científica, carece de los criterios necesarios para opinar.
De ahí, que hemos decidido exponer aquí un riguroso trabajo de investigación apoyando el ya realizado por Walter Wagner y Luis Sancho, que nos han solicitado demos difusión a sus investigaciones.
Pueden encontrar todo el expediente legal y científico detallado aquí:
http://lhcdefense.com/lhc_expertssay.php
El siguiente vídeo contiene las cuestiones controvertidas respecto al LHC,
Pero hay mucho más en juego que la posibilidad de generar un agujero negro. La cuestión más preocupante, ha salido a la luz, en un expediente científico, incluídas varias tesis doctorales de algunos de los científicos que trabajan en CERN a las que hemos tenido acceso por ser públicas y notorias.
De ellas claramente se infiere la intención de generar artificialmente un agujero negro, y adicionalmente se frivoliza científicamente con la temperatura de éste y su potencial destructivo.
Fuente: Starviewer
De ellas claramente se infiere la intención de generar artificialmente un agujero negro, y adicionalmente se frivoliza científicamente con la temperatura de éste y su potencial destructivo.
Fuente: Starviewer