Gary McKinnon es uno de esos héroes que nunca quisieron serlo. El mismo dice que no le agrada esa fama, que le cansa.
Gary va a ser extraditado a EEUU, se ha confirmado. Siendo ciudadano británico lo van a mandar allí y quizá tenga que compartir el aire con los presos de Guantánamo o de algún otro lugar terrible. Mandar injustamente a alguien a un lugar injusto. Doble indecencia.
La acusación por la que le reclaman es por haber causado daños, pero el realmente no causó ninguno. A él lo reclaman realmente por haber visto lo que ha visto, pero también es indecente y por eso no lo reconocen.
Yo no soy un antisocial. Reconozco la importancia de las fuerzas armadas en cada nación y las apruebo. Entiendo la importancia del secreto, no lo critico.
El problema reside en que cuando llega el momento en que la actitud de determinadas personas o departamentos de unas fuerzas armadas al amparo de su deber para proteger el secreto, esconden información relevante para el pueblo a quienes realmente deben servir, merece conocer.
Las mismas razones y las leyes que de ellas devienen para regular y proteger la integridad de esas fuerzas armadas y la práctica y defensa del secreto, quedan deslegitimizadas por que pervierten el espíritu con que fueron escritas.
Yo les pido a esos hombres que piensen en ello.
Antes que a la Ley, al Gobierno o a tus superiores en la escala de mando, un hombre se debe a sí mismo, a la preservación de su honor y su integridad moral. Si por obedecer órdenes y leyes injustas ha de subvertirla, ese hombre a fracasado ante de sí mismo. Júzguele su propia conciencia en inversa proporción a su arrepentimiento.
La acusación por la que le reclaman es por haber causado daños, pero el realmente no causó ninguno. A él lo reclaman realmente por haber visto lo que ha visto, pero también es indecente y por eso no lo reconocen.
Yo no soy un antisocial. Reconozco la importancia de las fuerzas armadas en cada nación y las apruebo. Entiendo la importancia del secreto, no lo critico.
El problema reside en que cuando llega el momento en que la actitud de determinadas personas o departamentos de unas fuerzas armadas al amparo de su deber para proteger el secreto, esconden información relevante para el pueblo a quienes realmente deben servir, merece conocer.
Las mismas razones y las leyes que de ellas devienen para regular y proteger la integridad de esas fuerzas armadas y la práctica y defensa del secreto, quedan deslegitimizadas por que pervierten el espíritu con que fueron escritas.
Yo les pido a esos hombres que piensen en ello.
Antes que a la Ley, al Gobierno o a tus superiores en la escala de mando, un hombre se debe a sí mismo, a la preservación de su honor y su integridad moral. Si por obedecer órdenes y leyes injustas ha de subvertirla, ese hombre a fracasado ante de sí mismo. Júzguele su propia conciencia en inversa proporción a su arrepentimiento.
Fuente: El Oraculo de Occidente