Chicos del coro que él dirigía en Alemania entre 1958 y 1975 fueron abusados.
Los escándalos "in crescendo" por denuncias de abusos sexuales en colegios y otras instituciones católicas alemanas, que vienen alarmando al propio Papa Benedicto XVI desde enero, se pusieron ayer al rojo vivo después de que el arzobispo de Ratisbona, en Baviera, la ciudad de la familia del actual pontífice, hizo público que varios niños cantores del mundialmente famoso Coro de la Catedral local fueron víctimas de abusos sexuales entre 1958 y 1975, época en que el director de la institución era el hermano mayor del Papa, monseñor Georg Ratzinger.
Entrevistado por una radio bávara, monseñor Georg, de 86 años y retirado desde 1993, dijo que "nunca tuve conocimiento" de casos de abusos sexuales cometidos en la época de su dirección. "No quiero decir nada de este tema", afirmó el hermano del Papa a la radio Bayerischen Rundfunk. "Pregúntenle a la Diócesis", concluyó.
El arzobispo de Ratisbona (Ratenburg), monseñor Ludwig Mueller, escribió una "carta a los padres" en su sitio de Internet, en la que anuncia una "investigación transparente" y pide que los afectados se presenten a dar testimonio.
El coro de Ratisbona goza de fama mundial en una ciudad universitaria en la que el actual pontífice fue profesor de Teología y en la que sigue conservando una casa y un gato. En Ratisbona murieron los padres de Benedicto XVI.
Según un portavoz del obispado, Clemens Neck, entre 1958 y 1973 varios niños cantores del coro de la catedral fueron víctimas de abusos por parte de dos sacerdotes, uno de los cuales era el director del internado donde los miembros del coro cumplen también sus estudios secundarios. El otro era también un docente.
Ambos fueron condenados a penas de detencion y murieron en 1984. Entre 1964 y 1993 monseñor Georg Ratzinger fue director musical del Coro de la catedral.
La Conferencia Episcopal alemana encargó al obispo de Treviri, monseñor Stepa Ackerman, una severa investigación con espíritu de "tolerancia cero" para destapar la caja de Pandora de los casos ocultados.
El arzobispo de Ratisbona prometió en la "carta a los padres" la creación de una comisión investigadora sobre los abusos.
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Robert Zollitsch quiere que todos los casos sean hechos públicos. Muchos de estos delitos ocurrieron hace muchos años y han prescripto.
El viernes 12 , Zollitsch y otros altos prelados de la asamblea de obispos germanos hablarán en el Vaticano con el Papa de la crítica situación planteada por más de 150 denuncias de abusos sexuales que se han conocido en 40 días de investigaciones, desde finales de enero.
El primer gran escándalo estalló en el famoso colegio jesuita de la élite catolica, el Canisius de Berlín. Su rector admitió que un centenar de us alumnos habían sufrido abusos sexuales entre 1970 y 1980.
El escándalo se extendió al colegio Aloisius de Bonn, cuyo rector padre Theo Schneider fue acusado de complicidad y tuvo que renunciar. También hubo denuncias de molestias, acosos y violaciones en escuelas superiores católicas de Hamburgo, Hannover, Goettinger, Hildesheim y Bad Godesberg, donde se investigan algunos particularmente graves.
En Baviera ha estallado otro caso después de que se descubrió que en el famoso internado benedictino de Ettal algunos alumnos fueron vejados durante años con castigos corporales y abusos sexuales. El padre Thomas Pfister, quien se encargó de investigar los casos, dijo que en Ettal, como en otros institutos católicos alemanes, imperaba "una cultura sistemática de mirar hacia el costado y callar", lo que facilitó la prescripción de los delitos y la impunidad de los abusadores.
Tras la dimisión de tres abates, se ha pedido al Papa que envíe un "visitador apostólico" a investigar este nuevo escándalo.
El vicedirector de la Sala de Prensa del Vaticano, padre Ciro Benedittini, dijo ayer que la Santa Sede "se toma en serio" los escándalos por abusos sexuales a infantes y menores en Alemania.
Fuente: Clarin.com
Entrevistado por una radio bávara, monseñor Georg, de 86 años y retirado desde 1993, dijo que "nunca tuve conocimiento" de casos de abusos sexuales cometidos en la época de su dirección. "No quiero decir nada de este tema", afirmó el hermano del Papa a la radio Bayerischen Rundfunk. "Pregúntenle a la Diócesis", concluyó.
El arzobispo de Ratisbona (Ratenburg), monseñor Ludwig Mueller, escribió una "carta a los padres" en su sitio de Internet, en la que anuncia una "investigación transparente" y pide que los afectados se presenten a dar testimonio.
El coro de Ratisbona goza de fama mundial en una ciudad universitaria en la que el actual pontífice fue profesor de Teología y en la que sigue conservando una casa y un gato. En Ratisbona murieron los padres de Benedicto XVI.
Según un portavoz del obispado, Clemens Neck, entre 1958 y 1973 varios niños cantores del coro de la catedral fueron víctimas de abusos por parte de dos sacerdotes, uno de los cuales era el director del internado donde los miembros del coro cumplen también sus estudios secundarios. El otro era también un docente.
Ambos fueron condenados a penas de detencion y murieron en 1984. Entre 1964 y 1993 monseñor Georg Ratzinger fue director musical del Coro de la catedral.
La Conferencia Episcopal alemana encargó al obispo de Treviri, monseñor Stepa Ackerman, una severa investigación con espíritu de "tolerancia cero" para destapar la caja de Pandora de los casos ocultados.
El arzobispo de Ratisbona prometió en la "carta a los padres" la creación de una comisión investigadora sobre los abusos.
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Robert Zollitsch quiere que todos los casos sean hechos públicos. Muchos de estos delitos ocurrieron hace muchos años y han prescripto.
El viernes 12 , Zollitsch y otros altos prelados de la asamblea de obispos germanos hablarán en el Vaticano con el Papa de la crítica situación planteada por más de 150 denuncias de abusos sexuales que se han conocido en 40 días de investigaciones, desde finales de enero.
El primer gran escándalo estalló en el famoso colegio jesuita de la élite catolica, el Canisius de Berlín. Su rector admitió que un centenar de us alumnos habían sufrido abusos sexuales entre 1970 y 1980.
El escándalo se extendió al colegio Aloisius de Bonn, cuyo rector padre Theo Schneider fue acusado de complicidad y tuvo que renunciar. También hubo denuncias de molestias, acosos y violaciones en escuelas superiores católicas de Hamburgo, Hannover, Goettinger, Hildesheim y Bad Godesberg, donde se investigan algunos particularmente graves.
En Baviera ha estallado otro caso después de que se descubrió que en el famoso internado benedictino de Ettal algunos alumnos fueron vejados durante años con castigos corporales y abusos sexuales. El padre Thomas Pfister, quien se encargó de investigar los casos, dijo que en Ettal, como en otros institutos católicos alemanes, imperaba "una cultura sistemática de mirar hacia el costado y callar", lo que facilitó la prescripción de los delitos y la impunidad de los abusadores.
Tras la dimisión de tres abates, se ha pedido al Papa que envíe un "visitador apostólico" a investigar este nuevo escándalo.
El vicedirector de la Sala de Prensa del Vaticano, padre Ciro Benedittini, dijo ayer que la Santa Sede "se toma en serio" los escándalos por abusos sexuales a infantes y menores en Alemania.
Fuente: Clarin.com
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