La convicción de preguntar lo que debía ser preguntado convirtió a Helen Thomas en persona no grata en la Casa Blanca. Pero bastó que dijera una cosa tan obvia como que los sionistas debían dejar Palestina a los palestinos para, prácticamente, ser expulsada de su intocable lugar en las conferencias de prensa del gobierno estadounidense. Este documental del 2008 cuenta su historia, aunque el final no estaba aún escrito.
Fuente: Soy Futuro